Una vez más disminuye el personal de cada grupo a causa del PSI. Y una vez más la empresa acomete con constantes cambios de reestructuraciones que conllevan en muchos casos cambios en las condiciones de trabajo, y no para mejor.

Una vez más nos enteramos de lo que va a hacer Telefónica por la empresa. Y una vez más CCOO y UGT se doblegan sin oposición a la voluntad de la empresa, a pesar de vanagloriarse de hacer exigencias a la empresa antes de la negociación.

En sus comunicados de principios de noviembre anunciaban:

UGT – 11/11/2021 - “estamos dispuestos a negociar cuantos planes sean necesarios para la competitividad de la empresa, pero no admitiremos ningún proceso de salidas que no esté acompañado de un plan de compañía serio y eficaz, y para ello debemos conocer el plan estratégico de la compañía para estos próximos años.”

CC.OO. – 12/11/2021 – “Si la empresa presenta un plan de adecuación, lo estudiaremos, lo analizaremos y exigiremos garantías para su ejecución. Todo ello debe ir acompañado de un plan de empresa, de actividad y de futuro para el resto de las plantillas. CCOO no apoyará un simple “ajuste” en el balance de la empresa.”

Una vez más escenificaron el paripé de una negociación cuando en realidad ni negociaron ni exigieron nada.

¿En qué ha quedado la necesidad de tener un plan de empleo dónde se detallen las actividades a desarrollar en cada provincia, antes de hablar de reducir la plantilla? ¿Cómo se pueden admitir y realizar cambios contantes en la organización, reestructuraciones y cierres de edificios, si en teoría no se conoce el plan de actividad de la empresa?

Recordemos que ya en el I CEV 2015-2017 la empresa se comprometía a dar un plan de actividad por provincias y a pesar de nuestras numerosas reclamaciones los sindicatos firmantes nunca denunciaron la falta de dicho plan.  ¿Va a ser ahora diferente?

Una vez más papel mojado. Nunca se ha hecho un plan de adecuación de plantilla, solo se continúa la actividad con el personal reducido más allá de lo insostenible y luego se externaliza. Añadido esto a la falta de formación, las consecuencias son para la salud física y mental de la plantilla. La empresa no cumple con sus compromisos, aunque eso sí pone en marcha el nuevo plan de productividad relacionado para “perfirlarnos” y darnos otra vuelta de tuerca, y hemos de creernos que esto lo hace sin saber todavía a qué quiere dedicarse y dónde. Y una vez más los sindicatos negociadores se callan y otorgan, cuando no esgrimen los propios argumentos de la empresa para intentar convencer a la plantilla.

Lo que no es una vez más sino la primera vez es la sumisión de los sindicatos firmantes ante la discriminación de la empresa que ha determinado que hay personas que realizan trabajos necesarios y otras somos EXCEDENTES. Increíble que estemos desarrollando tareas que son prescindibles cuando es la empresa la que decide dónde nos coloca y qué trabajos debemos hacer.

Si necesita 6 meses para ver qué tareas desarrollar y dónde, cómo es posible que arremeta ya con reestructuraciones y reestructuraciones. ¿Cómo puede ser que se permita seguir adelante con departamentos que atienden las 24h, los 7 días de la semana con solo 12 personas, o incluso con solo 8?

Una vez más nos engañan, o mejor dicho pretenden engañarnos porque ya no tienen crédito.

Vergüenza deberían tener de llamarse representantes de los trabajadores. Precisamos un cambio urgente de negociadores.